Muchas veces nos dejamos caer, olvidamos nuestras
convicciones y nos trasformamos en un montón de idiotas que siguen una moda, o
el estilo de vida estándar que promete ser mejor que aquel que nuestros padres
nos enseñaron.
¿Cuántas veces renunciamos a esos pequeños actos
que nos hacían felices? ¿Cuánto tiempo más vamos a soportar vivir para el otro
y no para nosotros mismos?
Es hora de cambiar, es tiempo de ser felices a nuestra
manera. Dejar atrás el consumismo que destruye al planeta, decirle NO a los caprichos
de la señorita posmodernidad.
Nosotros somos el mundo, y el mundo va a cambiar
cuando nosotros lo hagamos.